Las posturas/Shisei
Las posturas en situación de pie
Esta es la postura de pies “firmes”, es una postura de formalidad, es la postura que se adopta justo antes de comenzar el saludo de pie. Los talones de los pies deben estar juntos, las puntas de los pies están ligeramente separadas. Las manos están pegadas a los muslos con los dedos de las manos ligeramente juntos. No debe ser una postura rígida. La cabeza permanece recta.
Existen tres posibilidades fundamentales de adoptar la postural natural:
- La postura natural básica, denominada shizen hon tai.
- La postura natural derecha, denominada migi shizen tai.
- La postura natural izquierda, denominada hidari shizen tai.
La posición básica en nage-waza es shizen-tai. Es una postura erguida, relajada, con ambos pies separados por una distancia aproximadamente igual a la anchura de los hombros, con el peso repartido, la cabeza recta, los labios ligeramente cerrados y la mirada no enfocada directamente a un punto, sino como si mirase a un paisaje lejano (matsuro). Los brazos relajados.
Esta postura es la idónea para el judo por los siguientes motivos:
- Es una posición que permite iniciar acciones inmediatas ante cualquier movimiento de uke. Es la posición más ventajosa para iniciar cualquier acción.
- Permite actuar libremente en cualquier dirección.
- Es una posición muy estable.
- Además, es muy descansada. No requiere mucho esfuerzo su mantenimiento, por lo que la fatiga es menor que con cualquier otra. Se puede mantener durante largo tiempo. La fatiga que produce es muy poca.
- Es fácil adoptar variaciones de ella.
- Por lo tanto, es la postura más flexible.
Al igual que en el caso anterior existen tres posibilidades fundamentales de adoptar la postura defensiva:
- La postura defensiva básica, denominada jigo hon tai.
- La postura defensiva derecha, denominada migi jigo tai.
- La postura defensiva izquierda, denominada hidari jigo tai.
Jigo-tai es una postura defensiva en la que se procura bajar el centro de gravedad del cuerpo (hara) para especificar más el peso corporal, para lo cual, se abren las piernas (aumentando la base de sustentación) y se baja la cadera, doblando las rodillas (no se inclina el tronco). Las manos reposan en la cara interna de los muslos.
Esta postura debe adoptarse momentáneamente, dentro de las secuencias lógicas de ataque y defensa sucesivas, dependiendo de las circunstancias cambiantes del combate, pero una vez solucionada la causa que motivo la adopción de la postura, es conveniente retornar a la postura natural (shizen-tai). Muchos casos de lentitud en el progreso técnico de los judokas se deben a que, en la adopción de defensa, el centro de gravedad está mucho más bajo, lo que dificulta los movimientos rápidos, impidiendo entrar en las técnicas con habilidad.
Las posturas en el suelo
Es la postura que normalmente se adopta para observar las enseñanzas cuando se realizan en el suelo. Está explicada en el saludo sentado (zarei).
Partiendo de shizen-hon-tai, el pie izquierdo se retrasa un paso y con los dedos en flexión, la rodilla se coloca en el lugar en que antes se encontraba el talón. El brazo de ese lado se quedará a lo largo del costado de modo natural con la punta de la mano dirigida ligeramente hacia dentro y a la altura del muslo del mismo lado. La mano derecha se coloca sobre la rodilla derecha con la punta de la mano dirigida hacia abajo. El peso debe reposar en ambas piernas.
Partiendo de la posición de kyoshi, ayudado con la mano derecha, se abre la pierna derecha hacia el lateral (el muslo y la pantorrilla deben formar un ángulo recto aproximadamente). El peso no debe caer exclusivamente sobre la pierna izquierda, sino repartirse en ambas piernas. La mano derecha iría colocada igualmente que en kyoshi.
Partiendo de la posición kurai-dori, la palma de la mano derecha se coloca en el suelo frente a la rodilla izquierda con la punta de dicha mano dirigida hacia la izquierda. Seguidamente, se levanta ligeramente la rodilla izquierda, apoyando el cuerpo en la mano que está en contacto con el suelo y en la punta del pie izquierdo, elevando ligeramente el pie derecho. Sin interrumpir la acción, se mete la pierna derecha entre la mano del mismo
lado y la rodilla contraria, estirando la pierna. Las nalgas se sitúan próximas al tobillo izquierdo y la pierna izquierda queda flexionada, formando un ángulo de 90 grados aproximadamente. La nuca se apoya en el suelo y con los brazos a lo largo del cuerpo se colocan las manos de forma natural (pero pegadas). Esta postura es la que adopta uke para ser inmovilizado. El procedimiento explicado corresponde a cómo se efectúa en la katame-no-kata. Para volver a la posición de kurai-dori se hace el proceso inverso.
La posición que Uke deberá adoptar en la realización de hadaka-jime, okuri-eri-jime y kata-ha-jime (en la katameno-kata) se denomina anza. Partiendo de la posición de gyoga, uke levanta su tronco, la pierna derecha está ligeramente flexionada y la punta del pie izquierdo se situará a la altura de la rodilla del lado contrario. Ambas manos se deben colocar sin rigidez sobre las rodillas.
Fukuga es la posición de inmovilizar al oponente, existiendo dos posibilidades. Una es la posición con las rodillas flexionadas* (con o sin flexionar los dedos de los pies) y la otra es con las piernas estiradas abiertas. En ambas formas los codos han de estar apretados al propio costado y, según la situación que se presente, variará la posición de las piernas. Un claro ejemplo de esta posición lo hallamos en la forma ortodoxa de realizar kami shiho gatame.
*Por norma general, cuando se adopta la postura de fukuga con las rodillas flexionadas (agrupado), se recomienda estirar los dedos de los pies para así poder bajar el centro de gravedad y pesar lo máximo posible el cuerpo del adversario.
- Autor de la página web: Hugo Noya Enríquez -